El piso del poeta Vicenç Altaió –o tal vez deberíamos decir “la Casa museo Altaió”– es una especie de cueva de los cuarenta ladrones al lado de la Rambla, con las paredes llenas de miles de libros, pero también de obras de arte, esculturas, poemas objeto y todo tipo de testimonios y recuerdos de décadas de contacto y amistad con los grandes nombres de la cultura catalana. La hemos visitado para que nos hable de algunos de estos grandes nombres del siglo XX con los que tuvo la suerte de convivir y colaborar.
- Producción y edición: Morrosko Vila-San-Juan
- Entrevista: Albert Forns